En la carretera, un buen mantenimiento es clave, tanto en camiones nuevos como en camiones de ocasión. La seguridad en carretera comienza con la prevención y una conducción responsable. No obstante, conducir con las carreteras mojadas o con las condiciones climáticas adversas, propias del otoño y el invierno suponen un desafío adicional para quienes pasan mucho tiempo en la carretera, especialmente para aquellos que conducen vehículos de gran tamaño. Y es que las carreteras mojadas pueden reducir la tracción y aumentar la posibilidad de accidentes, por lo que es importante tomar precauciones adicionales.
Es por ello que la prevención se convierte en el mejor aliado de los camioneros durante estos meses. Tener el camión en buen estado, incluyendo neumáticos, luces,…, puede marcar una gran diferencia en la seguridad.
Es inevitable, el otoño y el invierno traen consigo días de lluvia, niebla, nieve y temperaturas más bajas, lo que hace que las carreteras se vuelvan resbaladizas y disminuya la visibilidad. Y para los profesionales del sector, esto representa un riesgo adicional, ya que los camiones, por su volumen y peso requieren una mayor distancia de frenado y maniobras más cuidadosas.
Por esta razón, en estos meses es crucial realizar revisiones preventivas, prestando especial atención a los neumáticos, el sistema de frenos y los limpiaparabrisas. Asimismo, el sistema duces y se vuelve esencial para garantizar una conducción más segura.
Además, debemos tener en cuenta que adoptar estas medidas de prevención no solo ayuda a reducir el riesgo de accidentes, sino que también contribuye a alargar la vida útil del camión. En Trucksur, llevamos años en el sector y sabemos la importancia que cobra la prevención tanto a nivel de seguridad vial como de rendimiento del vehículo, en estos meses en los que las condiciones meteorológicas son más exigentes.
Las carreteras mojadas alargan la distancia de frenado, y en camiones esto se acentúa. Por ello, es fundamental que mantener una mayor distancia de seguridad con el vehículo de adelante. Esto permite tener más tiempo de reacción en caso de frenadas bruscas o imprevistos. Para los camiones, que ya tienen una mayor distancia de frenado en condiciones normales, este aspecto es aún más crucial.
El agua en el asfalto disminuye la tracción de los neumáticos, lo que puede provocar deslizamientos y pérdida de control del vehículo. Al reducir la velocidad, se reduce el riesgo de aquaplaning y aumenta la capacidad para maniobrar en situaciones complicadas.
Una buena visibilidad es esencial en condiciones de lluvia. Utilizar las luces adecuadas: en general, las luces bajas son la mejor opción, ya que iluminan el camino sin crear deslumbramientos que podrían afectar la visibilidad de otros conductores. Las luces antiniebla traseras pueden ser útiles si la visibilidad es especialmente baja, pero deben usarse con precaución para no molestar a los demás vehículos.
Uno de los aspectos más importantes a considerar en otoño e invierno es el estado de los neumáticos. Un buen perfil y dibujo son fundamentales para evitar que el camión pierda tracción en superficies mojadas. Los neumáticos desgastados aumentan el riesgo de aquaplaning, lo que puede llevar a situaciones peligrosas, especialmente en carreteras secundarias o en zonas con acumulación de agua.
Los neumáticos son uno de los elementos más críticos en la seguridad de cualquier vehículo, pero en camiones, debido a su peso y tamaño, su importancia se multiplica. Durante el otoño y el invierno, cuando las condiciones climáticas pueden ser más adversas, los neumáticos en buen estado se convierten en una de las barreras de protección más importantes contra accidentes. En este sentido, existen varios factores que convierten al neumático en un componente esencial para la seguridad en carretera.